Salud= O2 + H2O + Movimiento + Alimentación sana + Descanso + Amor
Aplica esta simple ecuación a diario. Parece simple, pero, ¿en qué consiste cada uno de los elementos de esta ecuación?
O2: oxigenación de los tejidos
El oxígeno ayuda a nuestro organismo en el crecimiento, la reproducción y la transformación de los alimentos en energía. Como humanos, obtenemos el oxígeno que necesitamos al respirarlo por la nariz y la boca para que éste llegue, finalmente, a los pulmones.
Así es como, el oxígeno aporta a nuestras células la capacidad de descomponer los alimentos y obtener la energía necesaria para sobrevivir. Está claro: el oxígeno es primordial para la supervivencia de los tejidos, y, por extensión, a todo ser humano y a la vida en nuestro planeta.
Gracias a la respiración pulmonar se produce el proceso de intercambio de gases, principalmente del oxígeno y del dióxido de carbono; respiración controlada automáticamente por la parte autónoma del sistema nervioso (bulbo raquídeo dentro del tronco cerebral) y una parte motora voluntaria de la corteza cerebral.
El diafragma es el músculo principal encargado de la respiración y se comporta como un pistón (contrayéndose y bajando en la inhalación y, relajándose y subiendo en la exhalación). Tiene su principal punto de anclaje en la zona dorso- lumbar de la columna vertebral y separa la zona torácica y mediastinal de la zona abdominal del cuerpo. Le ayudan en la función de inspirar otros músculos accesorios como el músculo escaleno, que eleva las dos primeras costillas, y el esternocleidomastoideo, que eleva el esternón.
La salud articular y, por tanto, el buen funcionamiento de los músculos de la respiración permite una buena oxigenación con menos esfuerzos: la mecánica torácica es uno de los elementos fundamentales de la vida.
H2O: el agua
El cuerpo humano está compuesto principalmente de agua en un 70%. El mismo porcentaje que el de nuestro planeta… Sin agua, no hay vida. Cojamos un ejemplo para verlo más claro: nuestra sangre contiene hasta un 80% de agua y lleva oxígeno a todas las células del cuerpo. ¿Qué pasaría en un cuerpo sin oxígeno? Que sus células morirían y dicho cuerpo dejaría de funcionar. Sin el, no habría ecuación perfecta.
Es por esta razón que es primordial hidratar lo suficiente nuestro cuerpo bebiendo al menos unos 2 litros de agua al día para eliminar los desechos metabólicos y mantener las funciones esenciales de la vida.
Y, si practicamos deporte o hace mucho calor, no debemos olvidar asegurarnos un buen nivel de hidratación: de lo contrario, surgirán síntomas repentinos como mareos, dolor de cabeza, estreñimiento, problemas en la piel y/o falta de concentración.
El movimiento
“Un sistema nervioso es necesario sólo para la criaturas que se mueven”.
Sabemos que el buen funcionamiento del sistema nervioso central está relacionado con un buen movimiento articular. Y, el caminar en bipedestación es para el ser humano la mejor forma de proporcionarle una postura idónea, sinónimo de salud óptima.
Todo nuestro cuerpo es movimiento ya que la vida es movimiento: desde los intercambios intercelulares de cada célula de nuestro cuerpo, la circulación sanguínea, los movimientos respiratorios de nuestra caja torácica, la contracción muscular de nuestro corazón hasta el “simple” hecho de caminar: cualquier movimiento es vital.
En dicho movimiento incluimos el caminar, la gimnasia como el Pilates, el yoga, los deportes, sin pasar por alto las terapias corporales como los masajes y, por supuesto, la quiropráctica que promociona la estimulación de los mecanoreceptores articulares a través del ajuste espinal para estimular nuestro sistema nervioso central.
Alimentación sana
Ingiramos simplemente las proteínas, grasas y carbohidratos necesarios para nuestro metabolismo…. Las células se fabrican y funcionan en concordancia con la “gasolina” metabólica que damos a nuestro cuerpo.
Cualquier parte del cuerpo, desde las hélices del ADN, requieren ácidos aminados para fabricar las proteínas a partir de las propias proteínas que ingerimos. Éstas entran en la composición de casi toda estructura o componentes: hormonas, enzimas, huesos, músculos, nervios, cerebro, piel, cabello, uñas, tendones y ligamentos.
Los carbohidratos son necesarios para la función de rendimiento.
De la misma manera que las proteínas son ladrillos esenciales para las funciones vitales, ¡las grasas saturadas, monoinsaturadas o esenciales son también necesarias! Se trata de comer lo más sano posible con alimentos de proximidad, de temporada, ecológicos y en cantidades razonables respetando siempre las necesidades de nuestro propio metabolismo.
¿Un último consejo nutricional? Haz 2 o 3 veces al año ayunos o ayunos intermitentes para detoxificar, limpiar el organismo y “resetear” tu organismo. Según las estaciones y el calendario lunar, el pistoletazo de enero, la entrada de la primavera y el post verano son buenas fechas para un Detox.
El descanso
El sueño es una parte integral de la vida cotidiana, una necesidad biológica que permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento.
Durante las fases de descanso y de sueño se fabrican, se reparan y se eliminan células. El cuerpo no puede estar siempre activo o en vigilancia: se necesitan periodos de descanso para poder regenerarse. Además, es con el descanso que tenemos la oportunidad de bajar las frecuencias cerebrales y acceder a las frecuencias más profundas Teta y Delta: sólo en estas fases podemos regenerarnos.
Si bien dormir 4 o 5 horas es un mínimo vital, llegar a las 8 horas es lo óptimo para un completo bienestar.
El Amor: energía primordial
Como bien dice el dicho popular: “el amor lo cura todo”.
La energía del amor es vital en su expresión ontológica y es, gracias a ella, que podemos construir y conseguirlo todo. Ya desde el amanecer de la humanidad se habla de esto y, todos los seres vivos se reproducen y viven gracias a este hilo energético.
“Dónde hay amor hay vida”
Mahatma Gandhi
¡Feliz año 2023… con fe, pasión, fuerza, coraje y sabiduría!