
Alexandre Golay
Quiropráctico
AEQ Nº 1124
La quiropráctica es el arte de pasar de la acción a la anticipación, de la rigidez a una adaptabilidad flexible que nos permita moldearnos (compliancia).
¿Mi aprendizaje? Todos somos diferentes y muy resilientes a los cambios. Sin embargo, al mismo tiempo el secreto de la salud reside en nuestra capacidad de adaptación a nuestro entorno. Si realmente todos tenemos una misión en la vida, algo que nos mueve, la mía es ayudar a la gente a aceptar sus percepciones de lo que es la verdadera Salud para modificarlas ofreciéndoles un cuidado quiropráctico más eficaz y duradero.
¡Tenemos muchas herramientas a nuestra disposición, pero no las usamos!
Nací en 1970 en la ciudad de las luces con una infancia y adolescencia muy moldeadas porque tuve la suerte de poder vivir en países como Costa de Marfil, Túnez, Argelia o Arabia Saudita entre otros. Ciencia, compresión del ser vivo y nuestro cuerpo, interés por el carácter y comportamientos polifacéticos de cada pueblo y sus comportamientos… Todo ello me orientó naturalmente hacia una carrera donde pudiera transmitir de una manera tangible estas luces, donde acompañar a cada persona en su aprendizaje para poder encenderlas.
Mi descubrimiento de la quiropráctica vino de la mano del Rugby. Desde muy joven me salvó de diversas situaciones complicadas como consecuencia de las exigencias de tal deporte: la agilidad, la tonicidad y la fuerza, sean mentales o físicas, son los componentes esenciales de una buena salud: la quiropráctica integraba e integra todo esto. Cuanto más polifacéticos somos, más vidas experimentamos. Y como terapeuta, debo transmitirlo.
En 1996 me licencié en el Instituto Franco-Europeo de Chiropratique (IFEC) de París. Además de especializarme en la columna vertebral, también lo hice en los ajustes de las extremidades (hombros, codos, muñecas, caderas, rodillas y tobillos) ya que son la fuente del desequilibrio que perturba el equilibrio de nuestro sistema global y completo.
Ser quiropráctico, pero también padre de 3 hijos , pescador, esquiador y jugador de rugby son todas mis facetas que me orientan naturalmente, día a día, hacia una práctica que debe tratar, en primer lugar, los desequilibrios de cada uno, como secuelas de viejas lesiones, malos hábitos posturales/ alimenticios o estrés de todo tipo que no permitan tener una salud óptima.
Mi método: ofrecer el mejor cuidado, usando varias técnicas al igual que mis compañeros, adaptándome a cada caso concreto para obtener resultados que destacan y, sobre todo promover lo que más falta en salud: la prevención.
Pensar, modificar o adaptarse a lo que nos rodea es salud, es vida.
“El secreto para salir adelante es empezar” – Mark Twain