Quiropráctica para niños
Deja que tus hijos sean todo lo que pueden llegar a ser.
¿Por qué llevar a mi hijo/a al quiropráctico?
La infancia es el momento idóneo para poder corregir subluxaciones vertebrales de forma sencilla y en poco tiempo. Además, previene posibles sintomatologías o problemas futuros en la edad adulta.
¡Y no olvidemos que los niños son muy activos, su columna vertebral puede sufrir más estrés en un solo día que la de un adulto en un año entero!

La quiropráctica es excelente para los niños porque es un cuidado preventivo, integral y sin necesidad de medicamentos.
La quiropráctica es el cuidado ideal para los niños

Sobrecarga física en niños
Se puede producir ya en el momento del parto, agravada por el uso de fórceps, ventosas o cesárea. También ocurre por caídas, lesiones deportivas, malas posturas, mochilas pesadas, mobiliario escolar inadecuado, etc.

Sobrecarga emocional en niños
Ansiedad, estrés, inseguridad… Las emociones afectan al cuerpo y provocan tensión muscular, dolores de cabeza, problemas intestinales, problemas inmunológicos, problemas de concentración, etc. El sistema nervioso es el regulador de todo el cuerpo y necesita estar libre de interferencias nerviosas para funcionar correctamente.

Sobrecarga química en niños
Una alimentación desequilibrada, demasiado azúcar, deshidratación…pueden provocar la aparición de patologías y problemas de concentración.

Sobrecarga electromagnética en niños
Las ondas nocivas (microondas, wifi, pantallas…) son contaminantes del medio ambiente y pueden producir electrosmog, afectando al metabolismo del cuerpo y al sistema nervioso, y causar subluxaciones vertebrales.
10 beneficios de la quiropráctica en niños:
- Es un cuidado natural, suave y seguro que ayuda al bienestar general.
- Fomenta el buen desarrollo del sistema neurológico.
- Estabiliza la columna después de traumas y caídas provocadas practicando deporte y juegos.
- Previene, detecta y mejora la escoliosis.
- Fomenta la buena postura.
- Ayuda en casos de asma, dificultades respiratorias y alergias.
- Facilita el aprendizaje, mejora la capacidad de concentración, incluso en casos de TDH.
- Fortalece la inmunidad: reduce la incidencia de resfriados, otitis, etc.
- Alivia problemas digestivos, cólicos, estreñimiento y el reflujo de los bebés.
- Mejora el sueño y ayuda en casos de enuresis (micción involuntaria nocturna).
