Quizás, es una de las partes del esqueleto humano que sigue mal conocida y descuidada.
Nuestro cráneo se constituye de 8 huesos móviles gracias a unas suturas cartilaginosas y de 14 huesos faciales.
¿Cuáles son?
Neurocráneo: Occipital, frontal, esfenoidal, etmoidal, 2 temporales y 2 parietales.
Viscerocráneo: Vómer, hioide, 2 concha nasal, 2 maxilar (superior, inferior), mandíbula, 2 palatinos, 2 cigomático (malar) y 2 lagrimales.
Todos estos huesos son de primera importancia para proteger al máximo nuestro delicado cerebro. Además desde in útero se forma una extra protección llamada Dura constituida de 2 capas intracraneal (meningeal y periosteal) cual se extiende hasta las primeras vértebras lumbares y sigue como el filum terminale en el sacro.
Sobre nuestro cerebro:
Se incrementa de 2,5 hasta 3 veces su talla en el primer año de vida. Pesa aproximadamente 350 gramos al nacer y 1000 gramos al final del primer año. A la pubertad será de un peso de 1250 gramos para las mujeres y de 1375 gramos para los hombres.
Al nacer y durante los primeros meses de vida el cráneo es de cartílago y poco a poco se osificara.
El impacto del nacimiento sobre este sistema complejo:
Una presentación normal del cráneo en la cavidad pélvica se hace en flexión o vertex. El hueso occipital se ira poniendo despacio contra la sínfisis púbica de manera anterior, al mismo tiempo las fontanelas que al momento de nacer son abiertas se encojen para dejar pasar la cabeza del bebe en el canal de parto.
Cualquiera alteración de un posicionamiento optimo vertex puede resultar en un molde inadecuado del cráneo, una obstrucción de la circulación sanguínea dentro del sistema vascular, una presión intracraneal anormal, una torsión facial, un tono muscular anormal, y subluxaciones vertebrales en la columna cervical y dorsal alta.
Por esa razón es de primera importancia saber en la anamnesis quiropráctica como fue la salud de la madre embarazada y el proceso del parto. Si no hay correcciones especificas del cráneo tras cualquier trauma del nacimiento, estos niños funcionaran con una capacidad vital disminuida pronto o tarde en la vida.
Además del parto, podemos añadir que cualquier impacto sobre el cráneo más adelante en la vida debido a accidentes o también trabajos dentales cráneo- faciales etc… tendrán impacto sobre las delicadas membranas intracraneales (tentorium cerebelli/ falx cerebri) vía movimientos alterados de los huesos craneales y por consecuencia reflejar en la presión del líquido cefalorraquídeo y de la tensión dural desde el cráneo hasta el sacro.
Lo mejor sería visualizar el cráneo y el sacro como 2 bombas hidráulicas que permiten en conjunto con la respiración diafragmática permitir la circulación del líquido cefalorraquídeo. Y esa circulación en de vital importancia.