Los disruptores endocrinos (DE) son sustancias exógenas, es decir externas al cuerpo, que altera las funciones del sistema endocrino y, en consecuencia, provoca un efecto nefasto sobre la salud de un individuo y de su descendencia.
Estas sustancias pueden interferir en la producción, la secreción, el transporte, el metabolismo,la acción o la eliminación de las hormonas naturales.
El sistema hormonal está constituido de glándulas o tejidos que secretan hormonas como los estrógenos, la testosterona, la insulina… Son liberadas en el torrente sanguíneo y juegan un papel muy importante en la fisiología del organismo, por ejemplo durante el desarrollo del feto, la reproducción, el metabolismo o la regulación de la glicemia.
Por sus estructuras químicas, los DE pueden minar nuestro organismo de varias maneras:
• Imitan a las hormonas naturales ocupando su lugar sobre los receptores hormonales, y transmitiendo información errónea .
• Bloquean ciertos receptores hormonales e impiden a las hormonas actuar.
• Desequilibran la síntesis, el transporte, el metabolismo y la excreción de las hormonas.
En otras palabras, los DE rompen la comunicación.
La primera observación sobre el efecto de los DE fue en los años 60 en la fauna: Rachel Carson estudió las águilas de cabeza blanca porque sus huevos eran cada vez más pequeños. La causa venia de su alimentación: una intoxicación por el insecticida DDT que se encontraba en el pescado que comían.
Los investigadores advierten sobre los riesgos de los DE para la salud humana:
• Problemas de reproducción tanto para el hombre como para la mujer
• Cáncer hormono dependiente: próstata, pecho, tiroides.
• Diabetes, obesidad.
• Trastornos neurológicos: Parkinson, autismo, hiperactividad, declive de las capacidades intelectuales.
Donde se encuentran estos DE
• Plástico (bisfenol A, phtalates) contenido en las canalizaciones, textiles impermeables, cortinas de ducha, pañales, juguetes, amalgamas dentales con resina, ciertas botellas…
• Productos de higiene y cosméticos: parabeno, propiloparabeno, triclosán (gelantiacteriano), filtros anti UVB.
• Polución del aire dentro de casa: alkilfenoles( contenido en los muebles, productos de limpieza de hogar), composantes perfluorados, retardadores de llamas (sófa, ordenadores, textil del hogar)
• Alimentación: pesticidas y metales pesados como el mercurio, cadmio, …
Todos DE se absorben por vías cutáneas, respiratorias o bucales y contribuyen a patologías neurodegenerativas, alergias o inflamaciones crónicas, especialmente en poblaciones de riesgo como los bebés, niños o mujeres embarazadas.
En conclusión, es muy importante limitar estos agentes DE adoptando un modo de vida eco responsable con productos poco refinados y ecológicos.
Fuente: Isabelle Doumenc, periodista y naturópata.