El síndrome de déficit de atención con hiperactividad (TDHA)
En 2010, investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona y del Hospital de la Vall d’Hebrón descubrieron anomalías en el sistema de recompensa del cerebro vinculadas a los circuitos neuronales de la motivación y la gratificación. El grado de motivación existente cuando un niño con TDHA realiza ciertas actividades, está estrechamente relacionado con la inmediatez, hecho que podría explicar la variación en los niveles de atención e hiperactividad según las tareas a ejecutar.
“El grado de motivación existente cuando un niño con TDHA realiza ciertas actividades, está estrechamente relacionado con la inmediatez”.
Susanna Carmona, investigadora en la unidad de neurociencias cognitivas, ha colaborado con los investigadores clínicos del Hospital Universitario de la Vall d´Hebron en la primera investigación sobre la relación entre el sistema de recompensa del cerebro, el estriado ventral y los síntomas clínicos de los niños con TDHA.
Las últimas investigaciones se han concentrado en los circuitos neuronales de gratificación/ placer, que pueden encontrarse en el llamado “sistema de recompensa del cerebro”, y en el núcleo accumbens (parte central de este sistema).
De hecho, el núcleo accumbens es el encargado de mantener cierto nivel de motivación tanto al principio de cualquier ejecución como en el momento de conseguir el “refuerzo” u objetivo deseado. En general, dicha motivación se puede mantener en el tiempo, aunque la gratificación no sea inmediata. Sin embargo, en los niños con TDHA, los niveles de motivación parecen caer rápidamente, siendo necesario reforzar sus esfuerzos inmediatamente para mantenerlos motivados.
La estructura del estriado ventral (el derecho en particular) muestra diferencias entre las personas con y sin TDHA: aquellos con TDHA presentan un volumen más reducido. Son diferencias asociadas a los síntomas de hiperactividad e impulsividad. Así, este resultado permite, a los investigadores, afirmar que el TDHA no viene sólo de alteraciones del cerebro que afectan a los procesos cognitivos, sino también de anomalías que provocan deficiencias de motivación.
Quedarían, de este modo, explicados los desniveles de atención e hiperactividad en un niño con TDHA al implicarlo en una actividad específica por lo que se refiere a la motivación y la inmediatez de su satisfacción o placer mientras la lleva a cabo.
Quedarían, de este modo, explicados los desniveles de atención e hiperactividad en un niño con TDHA al implicarlo en una actividad específica por lo que se refiere a la motivación y la inmediatez de su satisfacción o placer mientras la lleva a cabo.
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Otro estudio reciente sobre el TDHA, realizado por los investigadores del colegio de medicina Albert Einstein demuestra que, la parte del cerebelo, ayuda para regular los circuitos de recompensa del cerebro. Conocemos el rol y la importancia del cerebelo en la coordinación y la regulación de la actividad motora, pero investigaciones recientes demuestran, asimismo, su participación en otras funciones no motoras. Estamos hablando, por ejemplo, de la vinculación de la actividad cerebral dentro del cerebelo con la motivación, los comportamientos sociales y emocionales y la recompensa vía el aprendizaje.
¿La conclusión de los investigadores? “Nuestros datos definen un papel importante del cerebelo, hasta ahora no reconocido, en el control del circuito de recompensa y el comportamiento social”.
Recordemos:
En los niños con TDAH, los problemas en el circuito de recompensa explican la falta de deseo de continuar o incluso al comenzar una tarea que no les brinde satisfacción inmediata. Los padres suelen hablar de los problemas que tiene su hijo/a para empezar (tareas, ejercicios, etc.) y del hecho de cansarse rápidamente. Los niños con TDHA necesitan metas fáciles y rápidas de alcanzar, estímulos y recompensas inmediatos.
La atención quiropráctica no “trata” el TDAH, pero sí tiene efectos muy positivos en los niños diagnosticados con esta afección ya que su objetivo es optimizar la función de las vías nerviosas encargadas de alimentar a nuestro cerebelo (espino-cerebelar). Éste es un “detalle” que sí importa para ayudar a nuestros niños en sus actividades deportivas; y, el deporte es clave en los síndromes de déficit de atención con hiperactividad.
Referencias: www.cerebrostim.com