¿Sientes la lluvia, la humedad o el frío llegar?
De siempre se ha dicho que el cambio de tiempo despierta los dolores en las articulaciones…. La humedad, el frío, la presión atmosférica son factores que entran en una ecuación compleja que, a día de hoy, la ciencia todavía no ha podido resolver.
Seguramente, ya escuchabas a tu abuela: parecía que sabía predecir una tormenta cuando empezaban a dolerle las rodillas. O, quizás, incluso a ti, te han dolido tus propias articulaciones cuando la temperatura exterior baja de golpe, o cuando sube la humedad. No te preocupes, ¡no estás solo!
Muchos médicos observan cómo, cada vez más gente, especialmente aquéllas que sufren de dolor crónico, sienten rigidez y dolor en las articulaciones en los días lluviosos o fríos. Los síntomas parecidos a la migraña también se asocian con frecuencia con los cambios climáticos.
Se calcula que hasta un 30% de la población es meteorosensible: los cambios atmosféricos y de temperatura afectan, de determinada manera, a su organismo. ¿A qué se debe esto?
Tabla de contenido
Cambios en la presión barométrica o como el clima afecta a nuestras articulaciones
Si bien no hay consenso científico sobre la conexión exacta entre el clima y el dolor en las articulaciones, sí que existen algunas teorías sobre su vinculación. Es popular que las personas con dolor articular crónico sean sensibles a los cambios de presión barométrica. La lluvia generalmente viene de la mano de caídas en la presión barométrica, una medida que se refiere al peso del aire. La presión barométrica baja puede irritar los nervios sensibles haciendo que los tejidos del cuerpo se hinchen: músculos, tendones y cualquier tejido cicatricial se contraen o se expanden, hecho que provoca dolor en las articulaciones.
Reducción del flujo sanguíneo a las extremidades,
Ante bajadas de temperatura, el cuerpo conserva el calor limitando el flujo de sangre a las extremidades bombeando más sangre a los pulmones y al corazón. Esto puede acarrear rigidez y dolor en las articulaciones: las bajas temperaturas pueden espesar el líquido interior de las articulaciones, de ahí la sensación de mayor rigidez y mayor sensibilidad al dolor.
Los cambios climáticos afectan el estado de ánimo
Las fluctuaciones de la presión barométrica, a veces, alteran el estado de ánimo y desencadenan dolores de cabeza. Nos sentimos cansados, letárgicos, deprimidos o tristes, perdiendo las ganas de esforzarnos para llevar a cabo actividades nuevas o productivas. A mayor malestar psicológico, mayor probabilidad de malestar físico. La tristeza o depresión pueden magnificar la percepción del dolor.
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¿Qué tipo de clima?
Son varios los estudios que han intentado identificar los diversos cambios de tiempo con mayor incidencia en el dolor articular. Sin embargo, los resultados no permiten hacerse una idea clara de los mecanismos implicados. Veamos las conclusiones de algunos de ellos:
-Tras una encuesta de 200 personas con dolores en las rodillas, los investigadores encontraron una correlación entre cada 10 grados de descenso de temperaturas/ baja presión barométrica, y el aumento del dolor por artritis.
-Más recientemente, un estudio holandés realizado a partir de 222 personas con osteoartritis de la cadera, reveló que, durante 2 años, su dolor y rigidez disminuyeron con el aumento de la presión barométrica y un clima más seco.
-Otro grupo de investigadores analizó los registros médicos relativos a más de 11 millones de visitas y fechas coincidentes con los informes meteorológicos locales. No vieron ningún vínculo entre los cambios de tiempo y el dolor en las articulaciones.
-Dos recientes estudios australianos (uno sobre dolor de rodilla y otro sobre dolor lumbar) tampoco encontraron conexión con los cambios de tiempo.
En todo caso, lo que sí se sabe, a ciencia cierta, es que cuando hace frío, parte de la sangre se desvía de los brazos y las piernas hasta órganos vitales como el corazón y los pulmones (órganos prioritarios). Es el esfuerzo del cuerpo para mantenerse vivo y un precio a pagar: perder el calor de las articulaciones. Al perder dicho calor, las articulaciones (manos, pies, nariz) pueden estar más frías, como les sucede a las personas con síndrome de Raynaud.
Asimismo, el frío también provoca tensión muscular y pérdida de flexibilidad. De ahí que, la probabilidad de lesionarse sea más alta.
Concluyendo…Aunque la ciencia no sea muy clara, lo que sí es una realidad son los brotes en personas con dolor en las articulaciones cuando el tiempo cambia: los cuerpos de ciertas personas pueden ser más sensibles a dichos cambios. Muchos encuentran alivio en climas más cálidos, pero…Una vez más, te recordamos que no hay pruebas científicas de que eso sea así.
Referencias:
https://thepaincenterinc.com/Blog/ArticleID/1043/Why-Do-Joints-Hurt-When-The-Weather-Changes
www.webmd.com/osteoarthritis/default.ht
https://www.webmd.com/osteoarthritis/hip-osteoarthritis-degenerative-arthritis-hip
https://www.webmd.com/pain-management/knee-pain/knee-pain-weather